Una circular del
Nuncio
El Nuncio apostólico, monseñor Ragonosi,
se ha dirigido a los superiores de las
Órdenes religiosas, trasladándoles las instrucciones de la S. C. De Religiosos, relativas a la conducta que deben observar los regulares de España, las cuales han sido comunidades por la secretaría de Estado de Su Santidad.
Órdenes religiosas, trasladándoles las instrucciones de la S. C. De Religiosos, relativas a la conducta que deben observar los regulares de España, las cuales han sido comunidades por la secretaría de Estado de Su Santidad.
Dichas instrucciones son las siguientes:
1.º Como los religiosos deben merecer la
confianza de todos los fieles, es necesario que no se interesen por ningún partido
político, sino que estén y se muestren ajenos y superiores a todo partido.
Los
superiores mayores de Órdenes y de Institutos religiosos pondrán especial
diligencia en que sus respectivos súbditos:
a.
Se abstengan de
polémicas y disputas meramente políticas.
b.
No se ocupen de
la política en la dirección espiritual de las almas ni en la predicación, y
esto con tanto mayor motivo, cuanto que en tal concepto han tenido lugar no
pocos avisos; y
c.
No fomenten los
choques o discusiones interiores causadas por pasiones políticas.
2.º Los superiores deberán tener presente
que algunos religiosos, son insignes, pero de diversas tendencias políticas,
dando consejos frecuentemente contradictorios a católicos eminentes, causan
daño y confusión en la orientación político-religiosa de España.
3.º Procuren los superiores mayores que
en las revistas ascéticas, tan numerosas en España, no se aluda a personajes
políticos, no se trate de asuntos políticos; de tal suerte, que leídos por los
adversarios, y tal vez hasta en las Cámaras, puedan suscitar odios contra los
religiosos y promover contra ellos medidas de rigor.
4.º En la Sociología vean la manera de
refrenar los ardores de aquellos que quisieran imitar a los célebres abates
democráticos de Francia y Bélgica, tanto más, cuanto que el prurito de
introducir en España todo lo que viene del extranjero es cosa muy peligrosa,
como ya advirtió en carta de la secretaría del Estado al obispo de Madrid.
5.º Vigilen el
"bizkaitarrismo" de algunos religiosos vascongados, los cuales, con
esa actitud "separatista", no solo pierden el espíritu de la Orden,
sino que se hacen odiosos al Gobierno y a la nación.
Conviene que vigilen también el
"catalanismo", aún cuando en este último parece notarse menos falta
de prudencia y moderación.
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