miércoles, 21 de noviembre de 2012

Elecciones e Iglesia

En las elecciones que iban a ser convocadas para finales de 1913 han tenido su preludio en las distintas prensas locales y nacionales. Ejemplo de esto podemos verlo, en el caso concreto de Bueu, en el periódico El Adelanto donde hace una presentación de sus "amigos" a las elecciones municipales bajo el título "De elecciones (consideraciones, consejos y comentarios). Y en la 2ª y 3ª páginas del mismo número 32 pone una circular del Nuncio apostólico a las Órdenes religiosas para darles instrucciones ante la participación política que puede ser interesante releer... por lo que la transcribo en su integridad:


Una circular del Nuncio
El Nuncio apostólico, monseñor Ragonosi, se ha dirigido a los superiores de las
Órdenes religiosas, trasladándoles las instrucciones de la S. C. De Religiosos, relativas a la conducta que deben observar los regulares de España, las cuales han sido comunidades por la secretaría de Estado de Su Santidad.
Dichas instrucciones son las siguientes:

1.º Como los religiosos deben merecer la confianza de todos los fieles, es necesario que no se interesen por ningún partido político, sino que estén y se muestren ajenos y superiores a todo partido.
Los superiores mayores de Órdenes y de Institutos religiosos pondrán especial diligencia en que sus respectivos súbditos:
a.   Se abstengan de polémicas y disputas meramente políticas.
b.    No se ocupen de la política en la dirección espiritual de las almas ni en la predicación, y esto con tanto mayor motivo, cuanto que en tal concepto han tenido lugar no pocos avisos; y
c.   No fomenten los choques o discusiones interiores causadas por pasiones políticas.
2.º Los superiores deberán tener presente que algunos religiosos, son insignes, pero de diversas tendencias políticas, dando consejos frecuentemente contradictorios a católicos eminentes, causan daño y confusión en la orientación político-religiosa de España.
3.º Procuren los superiores mayores que en las revistas ascéticas, tan numerosas en España, no se aluda a personajes políticos, no se trate de asuntos políticos; de tal suerte, que leídos por los adversarios, y tal vez hasta en las Cámaras, puedan suscitar odios contra los religiosos y promover contra ellos medidas de rigor.
4.º En la Sociología vean la manera de refrenar los ardores de aquellos que quisieran imitar a los célebres abates democráticos de Francia y Bélgica, tanto más, cuanto que el prurito de introducir en España todo lo que viene del extranjero es cosa muy peligrosa, como ya advirtió en carta de la secretaría del Estado al obispo de Madrid.
5.º Vigilen el "bizkaitarrismo" de algunos religiosos vascongados, los cuales, con esa actitud "separatista", no solo pierden el espíritu de la Orden, sino que se hacen odiosos al Gobierno y a la nación.
Conviene que vigilen también el "catalanismo", aún cuando en este último parece notarse menos falta de prudencia y moderación.

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