jueves, 11 de marzo de 2021

 Comenzaré la entrada de hoy por considerar los hechos que en ella mostraré con los calificativos más negativos y reprobaciones más enérgicas, como algo hiriente a la condición humana. Y sino lean y juzguen ustedes mesmos:

16 de noviembre de 1934: Un tal Manuel.........., marinero de 50 años, compadece ante el 1er teniente de alcalde, en funcións de alcalde, Luís Jesús Prieto García, asistido del Secretario Municipal, para manifestarle que su muller .................... “le marchara” de la casa conyugal a casa de una familiar en el barrio de As Castiñáns. “A donde acudió en su busca habiéndosele negado a seguile al domicilio conyugal.

Como quiera que non tiene medios para obligarla a cumplir sus deberes como tal mujer casada, sino los que autorizan las leyes, interesa de la Autoridad municipal disponga que polos agentes a sus órdenes o Guardia Civil sea retenida y se me entregue”.

El alcalde en funciones responde el mismo día que como no tiene guardias municipales envió un oficio al comandante del puesto de la Guardia Civil para que practique el servicio.

Dos días después, luego de ser entregada por la Guardia civil, el mismo alcalde hizo entrega de la esposa al reclamante Manuel........ Este se hace cargo de ella y firma con el alcalde la entrega. 

Nota: Quisiera que tuvieran en consideración que ocurre lo narrado en noviembre de 1934 cuando se llevaba, en la política española, casi un año del período que los historiadores llaman Bienio Negro o Conservador de la 2ª República. Simplificando, decir que por estas fechas llegara al poder el parido de Alejandro Lerroux (apoyado, entre otros, por la CEDA y Partido agrario -integrado por propietarios expropiados) por lo que supuso un freno, cuando no un retroceso, para todos los cambios que iban emanando de la Constitución, que España se había dado en el 1er período de la 2ª República, conocido como Reformista. En ella se encontraban innovaciones que nos acercaban a la Europa más avanzada: como la división de poderes, separación iglesia-estado, libertades individuales (de conciencia, prensa, movimiento, etc.),.. y de los que emanaron leyes como la Ley del divorcio,… y Reformas como la agraria, religiosa, etc.




lunes, 1 de marzo de 2021

 En estos tiempos de confinamiento muchos echan de menos un paseo por los pueblos del hermano Portugal. Desde aquí, un saludo y los mejores deseos a los amigos portugueses.

Cierto es que estos días de finales de febrero, recuerdo con más intensidad los preciosos azulejos de Póvoa de Varzim en los que algunas de sus composiciones reflejan lo que sería la segunda de las mayores tragedias de la pesca en el mar del litoral portugués[1]. Y Bueu, puerto marinero abrigado en una ría, que está lejos del trabajo diario de las embarcaciones de bajura portuguesa, unas 68 millas náuticas ¿Qué tiene que ver con esta desgracia? Pues mucho, y en su mejor carta de presentación, como puerto de acogida. Pero non adelantemos acontecimientos e hagamos un pequeño resumen de lo acontecido...

Hizo anteayer 192 años, el 27 de febrero de 1892 será la fecha que “dolorosamente será asignada a las poblaciones marítimas de Povoa de Varzim e de Affurada, por la horrorosa hecatombe que se produjo a raíz de la tempestad que se desencadenó ese día y que causó la muerte a decenas de pescadores, que habían ido a buscar trabajo del mar, el sustento de los suyos[2]

Las descripciones en la prensa escrita de esta terrible tragedia están cargadas de palabras de lloros, suspiros, gemidos e de mucho dolor reflejo de lo vivido por aquellos días e las playas de esta costa portuguesa. Lugares desde donde se podía observar la desesperación de las tripulaciones por llegar a lugar seguro y a los que el mar iba tragándose. “La desolación es indescriptible. Con los rugidos del temporal podemos escuchar los gritos afligidos de las mujeres que se reunieron en la playa... [...] De los cuarenta barcos que salieran de Póvoa y de los seis que salieran de Affuradanaufragaron nueve de los que se ahogaron 105 tripulantes (“más 3 como consecuencia de lesiones recibidas”). El resto de las embarcaciones arribaron en distintos puertos portugueses (Vila do Conde, Leixões, Viana e Esposende) o gallegos, como Vigo (3), Baiona (4), A Garda (1) e BUEU (5).

Como pueden leer “llegaron a BUEU” 5 embarcaciones (6, dice alguna revista portuguesa de la época)[3].

 Tal e como lemos no diario de Lugo, El regional que á súa vez recolle do Diario de Pontevedra dando o nome de cinco patróns dos barcos portugueses (“Juan Praga, Joaquin Mitra, Juan Lima, Manuel Mayo Nobo y Manuel Reigosa”) e indicando que o número de tripulantes eran 111.


Como non podía ser doutro xeito todos foron aloxados e coidados polos nosos veciños, logo telegrafiaron ás súas familias e ao cónsul portugués en Vigo. Cando mellorou o tempo puideron regresar ao seu país e o fixeron por terra. E que pasou coas embarcacións? Segundo recolle o Diario de Avisos de la Coruña veu un remolcador portugués ata Vigo para recollelas e trasladalas ata Póvoa de Varzim.

 

Nota: Cuando paséis por la ciudad de Póvoa de Varzim, acercaros a la entrada del puerto (frente al Casino) a contemplar el mural de azulejos y buscar los que se refieren a esta tragedia pero también podéis mirar la iglesia de Nossa Senhora da Lapa que está, frente al mismo puerto, a unos 700 metros en dirección a Vila do Conde y en ella observar el peculiar faro testero de la misma y leer el panel conmemorativo a este evento.

... y acordaros de que llegaron hasta Bueu...


[1] El mayor ha ocurrido en la zona de Matosinhos/Leixões, un 2 de diciembre de 1947, honde hubo un gran temporal que sorprendió a la flota de trainera en el mar y hundió algunas de ellas, pereciendo 152 marineros. Número grande, pero alejado de los 322 náufragos que perecieron en la galerna que en el Cantábrico se dio en el “Sábado de Gloria” de 1878.

[3] Señalar que el periódico A Independencia de Póvoa de Varzim do 6-3-1892 indica como población de acogida Vilagarcía de Arousa y hasta nombra al patrón Juan Praga. Esta noticia hizo que en los actos de conmemoración del centenario de la evocación de la tragedia hayan estado unidas Póvoa de Varzim y Vilagarcía de Arousa. No habiendo ninguna referencia a los pueblos receptores mencionados en los periódicos españoles y portugueses. Curioso es que se ponga, en el folleto anunciador del homenaje, la portada (y no el texto) de la revista ilustrada portuguesa “Occidente” que cubriera monográficamente la noticia y no cita para nada a Vilagarcía (ni Vilanova), y sí las demás, Bueu, Vigo, A Garda e Baiona.