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lunes, 23 de mayo de 2016


Hoy, que la prensa da la noticia de que “Las alfombras del Corpus regresan a Cela tras una ausencia de cinco años”, me acuerdo del día 2 de julio de 1911 fecha en la que la celebración del Corpus de Cela tuvo una relevancia especial pues partió, al atardecer, desde la iglesia de Cela hasta la de Ermelo. En esas fechas el alcalde, que era natural y vecino de O Burgo-Cela, participó en ella, para darle relevancia institucional, y lo hizo acompañado por un concejal también de Cela.
Esta noticia la conocemos gracias al periódico “El Eco de Galicia”, editado en A Coruña, que tenía como director a Zenitram (José Gómez Martínez)[1], sobrino del párroco de Bueu, Juan Martínez Casamande.
La transcripción de la pequeña noticia que puede verse en la imagen es:
“-En Cela (Bueu), expúsose el Santísimo y después de los ejercicios vespertinos salió bajo palio hasta la iglesia de Hermelo, filial de Cela.
En la procesión, que fue muy concurrida, figuraron el alcalde de Bueu, D. Agustín García Parada e el concejal D. Daniel García.
El viril fue llevado por el ecónomo D. José Buesas Leis, quien antes de dar la bendición dio al pueblo las gracias por su cooperación á dicho acto.


[1] Que en 1914 sería ‘castigado’ como coadjutor en Bueu por airear ‘chanchullos’ del arzobispo (ver entrada en el blog http://acidras.blogspot.com.es/2012/03/zenitramen-bueu.html ).

viernes, 22 de noviembre de 2013


Ante el 25 de noviembre “Día Internacional contra la violencia de género” que se conmemoran desde 1999 avalado por la ONU[1]. Quiero aportar, a título de ejemplo,  evidencias de esta lacra en el Bueu del pasado, que espero no ilustren el presente, y mostrar la valentía para afrontar el problema de algunas mujeres,  a pesar de vivir en una sociedad machista.

Para comenzar la petición de divorcio (salida natural)  que a todo trance está dispuesta a enervar ante cualquier Tribunal competente ya que no quiere y “no puede por más tiempo venir soportando lo
maltrato frecuente que en su casa recibe” por parte de su marido, suegra y cuñada[2] . Esta decisión, siempre difícil, se ve complicada por la posición social de la demandante y por las fechas de la que estamos hablando: verano del 1868 y mujer de salazoneros (con varios almacenes o fábricas de salga en Marín, Bueu y Beluso).

Varias más son las demandas de separación y divorcio y todas ellas precedidas de execrables vivencias por parte de las mujeres que las presentan. Tal es el caso también de Pilar X. X. que en el noviembre del 1885 acusa[3]  a su marido Antonio Z.Z. “por ser público y notorio le prodiga constantemente maltrato de obra y de palabra más cruel, la amenaza con frecuencia de privarle de la vida…”.  Describiendo a continuación actos vandálicos por parte de su marido que de no mediar otras personas podrían haber acabado con su vida. En los hechos denunciados se exponen hasta más de siete ocasiones de maltrato y de peligro para su vida en la que había testigos que impidieron el fatal desenlace. Y como no podía ser de otro modo (ya que se da en casi  todos los casos) el marido dice “que siempre la había tratado con consideración y cariño no habiendo mediado más diferencias entre los dos que esas pasajeras e insignificantes que ocurren en todos los matrimonios y que dieron margen al adagio aquel ‘que no hay casa mantenida que no sea reñida’ Por lo tanto el exponente no puede reconocer en su mujer derecho alguno para separarse de él, puesto que no existe motivo de ninguna clase para caso tan extremo y lejos, de eso llame hoy por hoy a su mujer al orden para que cese de promover actos de esta naturaleza que tienen que redundar en perxuizo de ella y también de los hijos…”.
¡Menudo elemento!

Y como un ejemplo más de las múltiples casuísticas, decir que se da el caso[4] de acusación a su marido por insultos e imputación falsas de incesto. Llegado el  momento conciliatorio previo a entablar querella criminal para la solicitud de divorcio ambas partes reconocen su culpa y provocaciones. El que “ambas partes manifiestan que se perdonan recíprocamente” realizándose en el mismo acto, en documento[5]  extrajudicial, el reparto equitativo de sus bienes[6]

  Quiero expresar mi solidariedad con todas las mujeres que sufren violencia de cualquier tipo


[1] Ya que desde julio de 1981 el 25 de noviembre había sido declarado día “Internacional contra la Violencia hacia mujer” en el 1º Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia).
[2] De estas últimas, la parte del maltrato, “hasta el extremo de escasearle el alimento y tener que mendigarlo fuera de casa”
[3] Antes de interponer demanda de divorcio en el Tribunal Eclesiástico de la ciudad de Santiago.
[4] Como el ocurrido en la parroquia de Cela en los primeros días del año 1911.
[5] Haciéndolo por duplicado y llevando cada un copia del mismo.
[6] Tanto parafernales y otros de la esposa como de la Sociedad conyugal.