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sábado, 4 de marzo de 2023

Los tiempos políticos a mediados del siglo XIX estaban a pasar momentos convulsos donde, a los problemas sucesorios (sobre todo con los sectores carlistas) se les sumaba el enfrentamiento por mantener o no el Antiguo Régimen y las luchas entre los partidos dominantes que dieron pie a nuevas formaciones, como el Partido Progresista Demócrata[1].

Todos veían enemigos en todas partes. Las órdenes, por parte de los Jefes Políticos, de extremar la vigilancia en las distintas demarcaciones eran constantes.

Por partir de un ejemplo, o alcalde de Bueu recibe un oficio del Jefe Político de la

Archivo M. Bueu. Correspondencia Ca. 135/1

Provincia, 16 de noviembre de 1849, con ese fin a lo que responde con el siguiente texto: para que se ejerza activa vigilancia en los puntos de la costa pr si a ellas arribasen el buque de vapor el Henriette, y el Bergantín Goleta ambos pintados de negro qe conducen equipajes pa algunos miles de hombres; de cuyas disposicioes pra impedir su desembarco quedo enterado y redoblo la vigilancia en los puntos de mi distrito...”

Con este tipo de obsesiones, se da una rocambolesca situación en la que el alcalde, el día 8 de marzo siguiente, escribe al Jefe Político:

Archivo M. Bueu. Correspondencia Ca. 135/1

Habiendo tenido pr noticia qe en el día de hayer pasaran á la Isla de Ons dos hombres desconocidos y de carácter sospechoso, e ignorando el objeto qe a aquel punto podían llevar, mandé inmediatamte varios hombres vecinos en una lancha pa qe ausiliandose del mayordomo y más indo restes en aquella Isla se apoderasen de las personas de los primeros, y me los presentasen  cual en efecto así cumplido en la noche de hoy noto qe cada uno de ellos me presenta un pase los mismos qe con sus personas remito a U. pr ser más distancia qe las ocho legs del punto de donde suenan residtes; y además parecen algo inverosímil de qe pasaron a aquella Isla con el solo objeto según dicen, de ejercitar su oficio de Castradores; con objeto sin embargo de qe aclarados estos inconvtes disponga U. lo qe vea oportuno.”

La duda que algunos tienen es si los pobres castradores iban armados con una navaja para dar un golpe de estado tomando la Isla como rehén o simplemente a trabajar en su oficio. Porque lo de capar a alguien en la Isla de Ons ni se contempla, sería suicida...

De asesinatos, de y por castradores, también tenemos en Bueu, pero eso es otra historia...


[1] Escisión do Partido Progresista que solicitaba ir moito máis aló nos dereitos e liberdades cidadás, ampliación das medidas de desamortización, sufraxio universal etc.

miércoles, 16 de enero de 2019


Si nos acercamos a la sesión plenaria del 21 de febrero de 1924 que «La propuesta de la presidencia y en atención al citado deterioro en el que están los once faroles del antiguo alumbrado por acetileno propiedad de este Ayuntamiento, que están depositados en la Consistorial, la Corporación acuerda proceder a su adjudicación mediante concurso..
Anunciado oportunamente durante un período de quince días solamente se recibe en el Ayuntamiento una solicitud para hacerse con los faroles, y no por todos sino por cuatro. La petición viene desde la Isla de Ons, de la mano de Didio Riobó Bustelo, gestor e hijo del dueño de la misma. Didio oferta pagar por cada uno de los faroles 4 pesetas.

El 20 de marzo de 1924 el alcalde Jesús Prieto tramita, a propuesta de la Corporación, el expediente de adjudicación de «faroles deteriorados» al único que participó en la puja, Dídio Riobó Bustelo.
Y así es como los faroles fueron a parar a la casa-almacén que la familia Riobó poseía en su isla, Ons.
Pero si seguimos el rastro de esos faroles retrocediendo en el tiempo llegaríamos a enero del año 1906 en que en su segundo pleno[1] después de tomar posesión de la alcaldía de Bueu, Laureano Piñeiro Domínguez[2] expone la petición de los vecinos del Príncipe (actual calle Eduardo Vincenti) para que se pongan unos faroles en su calle y lo hicieron en los siguientes términos: «... interesando de la Corporación que teniendo en cuenta la necesidad que se siente de unos faroles en la dicha calle y la precaria situación del erario público municipal, se instale por cuenta de los fondos seis faroles con sus depósitos para producir gas acetileno[3] ofreciéndose los reclamantes a sostener el alumbrado durante el año actual...».
En la sesión plenaria del 20 de enero se da cuenta, en la misma línea, de dos instancias de vecinos de la playa de Beluso y de la Ribeira (actual Montero Ríos) que desean faroles como los de la calle del Príncipe.
El Ayuntamiento encarga la misma comisión que tenía que resolver la necesidad de los puntos de luz en el Príncipe, incorporando al salazonero Clemente Lago, lo haga también para Beluso y en la Ribera.
Aunque en la sesión ordinaria del 4 de febrero de 1906 la Corporación se informó de una comunicación del Gobernador Civil de que no procedía la concesión de transferencia de crédito para los seis faroles que el ayuntamiento pensaba comprar para la calle del Príncipe, no será hasta el día 12 de ese mismo mes cuando se trate del dictamen de la comisión encargada sobre los faroles incluyendo los 5 a colocar en la Banda do Río, Ribera y Playa de Figueirón. El «Ayuntamiento resolvió que se adquirirán los nueve faroles de que se trata con todos sus accesorios y se coloquen en los lugares designados satisfaciéndose todos los gastos que con tal motivo se originen con cargo al capíto de Inconvenientes; en cuyo acuerdo no convenció al 1º Teniente D. Tomás García por no haber cantidad señalada para este fin en el presupuesto y se necesitará para otros Inconvenientes».
Como puede comprobarse que no fueron 5, ni 6 ni 9 los faroles que han tenido algunas calles y lugares de Bueu, sino 11. 


[1] Sesión ordinaria do día 14 de xaneiro de 1906.
[2] Tomou posesión o 1 de xaneiro de 1906.
[3] Xerado a partires de carburo calcio.

jueves, 18 de octubre de 2018


Dende hace muchos años el secreto de la iglesia nueva de la isla de Ons no es un secreto, cuando menos para un reducido grupo de personas. Parte del mismo apareció publicado en una página de Facebook[1] pero no tuvo la repercusión que pienso que debería tener.
Una visita a la isla hace pocos días rasgó el silencio que a lo largo de los años imponía la ‘modestia’ del protagonista del ‘enigma’ de la iglesia nueva: La autoría del poema que puede leerse en el tímpano de la capilla.
Autor frote á obra
 Sin mencionar el nombre del autor, les voy comentar alguna cusa alrededor del poema y de cómo este habría llegado allí:
A mediados de los años sesenta del siglo pasado, cuando la iglesia y el poblado de Curro en Ons eran algo más que proyecto del Instituto de Colonización, le propusieron al profesorado de Bueu que hicieran una especie de concurso de poesía sobre a illa de Ons. Los alumnos, sin saber la finalidad del mismo, lo llevaron como tarea para casa siendo la entrega del mismo voluntario. Nuestro protagonista escribió un pequeño poema, pero posteriormente decidió no entregarlo, por ser muy exigente consigo mismo y no parecerle de calidad. Pero la casualidad hizo que lo viera un amigo a quien le gustó tanto que lo estuvo animando durante un tiempo para que lo entregara, como así se hizo al maestro Manuel Omil. En los días siguientes a la entrega los alumnos estaban a la espera de algún tipo de reconocimiento el premio pero pasado el tiempo, nunca más se ha vuelto a hablar de los poemas y pronto todos se olvidaron de los mismos.
Bastantes años después, y con motivo de una visita a la isla de Ons, nuestro protagonista se quedó pasmado ante algo que había realizado en su adolescencia y que estaba impreso en cerámica y, para mayor ‘vergüenza’, expuesto a las miradas de todos. Una mezcla de sensaciones encontradas lo habría de perseguir durante bastante tempo. Era el mismo poema con una sola palabra cambiada: en donde el escribiera ‘isliña’ ahora era ‘illiña’. Decidió no contárselo a nadie que no fueran de su familia o amigos muy cercanos. Ha sido un secreto que a lo largo de los años todos guardamos por expreso deseo del autor. Aunque que parezca paradójico sigo respetando los deseos del amigo, pero también creo que sería relevante que se supiera quien escribió algo que miles de personas lo han leído desde hace algo más de cincuenta años.

SANTO
San Xaquinciño da Illa                           Esta illiña gallega
dainos un ventiño en popa                    defensa da nosa Ría
pra chegar o a noso porto                      e devota a San Xaquín
que temos a vela rota                            o pai da Virxen María.

[1] De ‘... o Morrazo’ una entrada del 9 de mayo de 2013.