lunes, 13 de abril de 2015

En el periódico “Las Dominicales del libre pensamiento” publica una “Curiosa conversación” el día 3/7/1903 en su pág. 2 que por lo de Curiosa la vamos a transcribir:
“Un republicano manda a La Lucha de Vigo este relato de la conversación mantenida a la puerta de la iglesia de Santa María de Cela, y que acaso oyó.
Hablan un músico y dos mayordomos de la función del Corpus, y se presenta un estudiante hermano de un cura, diciendo:
-Buenas noches, señores. Parece que están ustedes hablando de la República.
Músico.- Si señor.
Estudiante.- Me alegraría oír hablar de las ideas republicanas, y siento no haber estado en mitin celebrado el otro día.
Músico.- Seguramente que no le gustaría a usted lo que allí se dijo.
Estudiante.- Entonces usted cree que para nosotros es mala la República. A nosotros nos gustaría mucho esa forma de gobierno; pero antes de que eso sea, tenga usted presente que correrá mucha sangre, y aún así no se conseguirá.
Músico.- Quien sabe si se establecerá sin que se derrame ni una gota de sangre.
Estudiante.- No sea usted tonto, hombre. Si usted no sabe aún que quiere decir República.
Músico.-No señor, no sé; pero por lo que oí á los oradores que hablaron en el mitin, España podría adelantar mucho dedicando a servicios verdaderamente útiles y necesarios los miles de duros que se gastan en la Iglesia y el clero.
(En este momento me asusté al ver un bulto negro que se acercaba á la reunión. Era el cura, que llegó hecho una fiera y empezó á insultar al músico llamándole tonto, animalito y otras cosas que no debían ser pronunciados por un sacerdote).
Dicho presbítero hablaba con tal coraje y en voz alta, que llamó la atención de las personas que había en las tabernas. Aquel, al ver que se había formado un grupo regular, dijo dirigiéndose al músico:
Cura.- Vaya, que no es usted capaz de decir ¡Viva la República!
Músico.- No señor, porque no estoy apropósito, pero si fuera en otro lugar lo diría cien veces.
Cura.- Calle usted torpe, que está engañando á mis feligreses. Amigos míos, no os dejéis engañar, que está aquí diciendo que el clero tiene la culpa del atraso de España, cuando el clero no saca nada del Estado (¡si quería usted que sacase más!) Cobra sólo lo que es suyo, y aun no le pagan. Está el párroco de Cela ganando cuatro mil reales anuales, que no es nada.
                 -Ya le diré yo al señor cura de Bueu que usted no tiene religión, que es un ateo, un hereje y un hombre animal sin alma.

-Y usted, debió replicarle el músico – no debiera andar entre personas.

miércoles, 1 de abril de 2015


En el año 1885 el alcalde del ayuntamiento de Bueu, Jaime Bolíbar, encargó a D. Jenaro de la Fuente y Domínguez[1] un Proyecto[2] para el abastecimiento de aguas al núcleo de la villa. La justificación del mismo viene dada por la infradotación que de este preciado líquido padece el pueblo ya que en ese momento no posee más agua potable que la suministrada por “un pequeño caudal que casi que desaparece durante el estiaje y está situado entre unas rocas del lado Oeste de la costa muy lejano, por lo tanto, del núcleo de población por donde el aprovechamiento se hace muy difícil e imposible durante las horas de pleamar. Como consecuencia de tan deficiente situación los vecinos tienen la necesidad de acudir a algún que otro propietario de un pequeño manantial o pozo...”

Del manantial encontrado “en el extremo recto del camino de entrada a la Villa que forma una verdadera y bien alineada calle y que haya necesidad de recorrer para ir a la iglesia”. Habla de la calle Canibelos donde a pocos metros del actual Ramal dos Galos estaba la “Boca de la mina”. Proyecta la ampliación y perforación da misma unos 100 metros (de 0,70 x 1,20 m.) con una estimación de aprovechamiento de un caudal de 1.028,57 l/h. donde la longitud de la canalización sería de 341,5 metros y el importe de toda la obra ascendería a 8.160 pesetas. En la memoria del mismo se hacen malabarismos con el número de habitantes de Bueu (1620 h.), de los vecinos afectados (697) y población residente en la playa (127) para hacerles corresponder a los futuros usuarios a 32 litros/persona. Para lo cual al vecindario de la playa se le supone que tendrían que abastecerse de una monumental fuente proyectada en la calle Montero Ríos casi frente a la calle Eduado Vincenti (Cerca de la actual Plaza de Abastos) que se elevaría “en una especie de plazoleta  o explanada”.
Dicho abastecimiento no se hizo en esas fechas y la obra tardó años en ser de nuevo licitada.



[1] D. Jenaro de la Fuente y Domínguez (1851-1922), vallisoletano que ejerció cómo “maestro de obras” en una gran cantidad de proyectos que se realizaron en su época en la capital olívica y en ayuntamientos limítrofes. Fue Director Facultativo de la Obras municipales de Vigo, así como profesor de dibujo, etc. No debemos confundirlo con su hijo Jenaro de la Fuente y Álvarez arquitecto que construyó el estadio de Balaídos.
[2] Luego ratificado por el arquitecto Antonio Crespo.