Como cita de la capilla de Ons tenemos[1], en el 1594, las manifestaciones del párroco
de Rianxo diciendo que en ese mismo año “había
muchos ladrones y corsarios que robaban cuanto encontraban ansí de barco, como
de los demás...” y que también saquearan la isla y habían quemado la
iglesia.
El 22 de enero de 1838 un monje
exclaustrado de la Orden de San Benito llamado Frei Manuel Mos le pide al Sr.
Gobernador Eclesiástico del Arzobispado de Santiago le permita “hacer y bendecir
una capilla en la Isla de Ons para decir el sacrificio de la misa”.
En estas fechas Ons pertenecía (1837-1844) al ayuntamiento de Sanxenxo y "no tenía iglesia y
santuario"
Joaquina Montenegro Ponte y Hueca, dueña
de la isla de Ons, casó con Javier Martínez de Arce y Enríquez (1808-1887), VII
marqués de Valladares y VI vizconde de Meira.
Durante los mese que duraba la pesca de la
sardina el número de vecinos de Ons aumentaba de forma significativa. Por lo
que en el 1845 el Sr. marqués hace la reflexión de que los que quedan en
invierno “están en él mayor abandono, sin Pastor ni
Iglesia y sin oratorios y capilla”.
El día 2 de octubre de 1847 el marqués de
Valladares se comprometió ante el Arzobispo de Santiago a edificar la capilla.
En la misma misiva del compromiso le dice que cuándo esté edificada se “digne autorizar su
bendición, y darle título y advocación, que celebraré, y rogaré entonces a V.
Y. sea él de San Joaquin por ser el nombre de mi esposa a cuyo patrimonio pertenece
la Isla”.
Mientras no se construía la capilla el
marqués ponía un barco en Ons todos los domingos y festivos para que los
vecinos puedan acudir a la misa en Beluso.
En el 1848 se bendice la iglesia bajo la
advocación de SAN JOAQUÍN... y en agosto de 1849 el mismo marqués nombra presbítero
de Ons a José Ramón Correa, pero a este no le sentó bien la vida en la isla y
tuvo que sustituirlo otro, D. José Moravia natural de Bouzas.
Ons nunca fue parroquia independiente a
pesar de que en el año 1887 el Sr. Fragoso, Arcipreste de Morrazo, envió el
obispo un escrito solicitándolo.
[1] Apuntes de J. Mª Estévez
Castro
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