jueves, 1 de marzo de 2018

Jornadas femeninas ilimitadas? Bueu-1933

Un mecánico de máquinas de cierre de las latas, empleado de la fábrica de Massó elevó una pregunta, en los primeros meses de 1933, al Ministerio de Trabajo y Previsión: Tal y como se pretende ¿Es preciso modificar las condiciones laborales en la industria, autorizando jornadas femeninas ilimitadas o disminuir el precio de las horas extraordinarias?
Resulta inquietante y muy raro que en condiciones normales un empleado cualificado, y por encima hermano del jefe de fabricación de envases, ponga en cuestión ante las autoridades la posible política de la empresa. ¿Cuál sería el motivo real de la pregunta? ¿Fue realizada “motu propria” o inducida?  Fuese como fuese, responder a esta cuestión hoy todavía resulta difícil. Lo cierto es que por esas fechas no había graves conflictos laborales en Massó. La empresa Massó era pionera no solo tecnológicamente sino también en las condiciones laborales. Y con respecto a las horas laborales recojo del historiador Manuel Aldao[1]: «En el reglamento de 1930 ya aparecían las horas extra»
Varias son las hipótesis posibles para entender la magnitud e intencionalidad de la pregunta, pero en lo que quisiera poner en el punto de mira es el por qué se tiene que hacer y a pesar de la respuesta, apoyada por la ley, todavía hoy seguimos con problemas similares de discriminación y explotación laboral en razón de sexo. 
Transcripción de la respuesta dada, a través de la alcaldía, por la Dirección General del Ministerio de Trabajo, al trabajador:
Por la presente ruego a V. se sirva comunicar al obrero, empleado de la fábrica de conservas de la Compañía Massó Hermanos S.A., Ángel XXXXXX que, en contestación a su escrito elevado al Ministerio de Trabajo y Previsión, la Dirección General me ordena le comunique lo siguiente: ”Que se considera no es indispensable efectuar las modificaciones que se pretenden para que pueda trabajar la industria en condiciones normales, ya que no es posible autorizar jornadas femeninas ilimitadas ni tampoco disminuir el precio de las horas extraordinarias.
Le saluda atentamente
Vigo a 14 de Julio de 1933.”

En vez de dar recetas, que cada quien llegue a alguna conclusión, aunque sea utilizando solamente el sentido común, y en el día a día obre en consecuencia.
[1] La Voz de Galicia, 4-02-2018: “Cuando Massó se adelantos a las grandes mejoras laborales” de Gladys Vázquez

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