En marzo de 1936 ha sido el mes que en Bueu toma posesión como Alcalde José
Gómez de la Cueva (Johán Carballeira)[1] y
en Madrid también toman posesión de sus cargos como diputados[2]
Castelao, Santiago Casares Quiroga, Armando Peñamaría, Ramón Suárez Picallo,
etc.
En esos mismos meses el panorama político y económico anda revuelto. Lo mismo
ocurre con el mundo de la mar y no solo por el rebullir de la abundancia de
sardina sino, y también, por los bajos precios de la misma; así como por la lucha
fratricida que estos precios, con control arbitrario de la industria conservera,
provocan entre marineros y armadores. Consecuencia de todo esto la flota está
en tierra y los marineros en paro. Y el hambre anidaba en muchas familias de la
costa lo que no es de extrañar que las primeras propuestas que Carballeira hace
como alcalde[3]
es abrir una subscrición pública para ayudar a las familias necesitadas
aportando, por parte del ayuntamiento, 1000 pesetas; negociar con los panaderos
una bajada del precio del pan; y lo que era relevante para solucionar el conflicto
de la pesca, negociar que se contratasen las cajas de medida del pescado con un
precio unitario mínimo así como que hubiera un sueldo mínimo para el trabajo en
el mar que compensara tanto a los marineros como armadores.
En una editorial de El Pueblo Gallego[4]
titulada “El ayuntamiento de Bueu acuerda
dirigirse al gobierno” da cuenta de las gestiones, a petición del sindicato
de marineros y del alcalde, directamente realizadas ante el gobierno y
parlamentarios en Madrid. Ponen la transcripción del texto que coincide
exactamente con la nota pasada a Telégrafos para enviar el telegrama a Castelao
y que reproducimos en la fotografía.
“Paro absoluto flota pesquera este puerto y
demás rías gallegas a causa depreciación sardina, urge celebración asamblea
pesca para vuelta normalidad y mientras tanto indispensable declarar
subsistente pacto fabricantes y marineros, finalizado 5 actual. Encarézcole
active gestión vitalísima cuestión que afecta importantísimo número familias
amenazadas miseria. Salúdale, alcalde, Carballeira.”
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