jueves, 11 de julio de 2019

 Como muchos sabéis el pasado martes 9 de junio ha fallecido en Buenos Aires un “Fillo adoptivo” de Bueu: Fernando de la Rúa Bruno, que también fuera presidente de la República Argentina entre 1999 e 2001.
Lo que quiero es poner de relieve su interese persona por el pueblo de sus ancestros y por su historia lo que le ha permitido conocer mejor sus raíces.
Esto me hace recordar los pocos minutos que hemos tenido de conversación privada durante su estancia en Bueu. Fue en la acera de Loureiro, después de la visita al Pazo de Santa Cruz. Quería aislarse de la presión de Fraga para llegar a tiempo al acto oficial de entrega de la Medalla de Oro de Galicia que tendría lugar en el Pazo de Raxoi (Santiago).
Deseaba ampliar el tiempo en el Bueu de su abuelo. No paraba de preguntarme cosas para alargar su estancia en esta tierra y así respirar ese aire cálido que lo embargaba.
Cuando lo reclamaban para marchar decía: ¡Esperen! ¡Esperen! Y me apartaba en dirección contraria a la comitiva. Luego, y todavía emocionado llamó a un ayudante para que le trajera algo que, con un abrazo mezclado con palabras de elogio y reconocimiento, me entregó. Era la medalla de la Presidencia[1]. Nos despedimos con promesas incumplidas por ambas partes...
Se fue con el corazón llorando y con palabras de agradecimiento a Bueu y a sus gentes. En el mismo discurso de entrega de la Medalla de Ouro de Galicia lo reconoció públicamente con estas palabras, tal y como pode comprobarse en el vídeo adjunto: Hoy he vivido en Bueu una de las jornadas más emocionantes de mi visita a España pero también de las más emocionantes de mis días, de mi militancia, de mis viajes. Porque el pueblo de Bueu me brindó una bienvenida que me emocionó estrujándome el corazón hasta hacerme un nudo en la garganta. Recordé, mejor dicho, imaginé a mi abuelo viajando con su hermano a los quince años de edad rumbo a América para fundar allí su porvenir y su familia. De allí provengo yo. Y reencontrarme con esa tierra ahora próspera, llena de posibilidades igual que esta Galicia extraordinaria.... ha sido para mí muy emocionante. Sé que esta emoción ha sido compartida por todos los miembros de mi delegación. Quiero decirles por eso mi afecto y mi respeto ...

D.E.P


[1] Creo que quería darle otra al Sr. Alcalde. Cosa que no se si con las prisas llego a hacerlo.


lunes, 1 de julio de 2019


Si os fijáis en las fotografías veréis que en la Robaleira hubo una columna de la que sólo algunas personas se pueden recordar. Una de esas es Lelo… que ante las preguntas del sobrino Miguel confirmó no sólo su existencia sino también cuál había sido su utilidad real.
Las explicaciones confirmaron las hipótesis que sobre ese ‘elemento extraño’  habíamos propuesto entre amigos en la búsqueda de interpretarlo.
La descripción que de la columna hizo era la de una grúa que se había puesto ahí para cargar piedra en los galeones que la llevaban para la construcción del muelle viejo (que puede mirarse al fondo en la misma fotografía y que se encuentra actualmente en el interior del relleno del ISM  y de la lonja nueva).
La busca de la piedra que le había servido de base fue infructuosa, pues está desaparecida al igual que algunas que también había a su alrededor.  A esta incógnita también le dio solución pues en el discurso aclaratorio apuntó que cuándo quitaron la columna, pues ya no hacía falta, aprovecharon para cortar las piedras y hacer ‘muertos’ para lo fondeo de los barcos.
Y, por si había sido poco, a partir diera momento, al eliminar una barrera natural, comenzaron a afectar de forma directa las 'marusías' al extremo de la Banda del Río, en la zona del Penedo o Niño do Corvo, tirando al poco tiempo parte de lo que había sido salazón de la familia Galup (A Requisa) allí localizada.