Las burlas, chanzas, mofas, chufas, acoso, etc. por
desgracia ocurren en todas las épocas y lugares y siempre con dolor para e vejado.
Aunque estamos en el verano, y a modo de contrapunto, esta entrada del blog quiere
sugerir para la reflexión un ejemplo de “broma trágica” con resultado luctuoso.
A finales de noviembre de 1920
aparece en la primera página del periódico madrileño La Acción una noticia
acontecida en Beluso. Lo que le ha dado relevancia de carácter nacional a un
desgraciado “accidente” en el rural gallego. La noticia apareció tal como puede
verse en las imágenes y que a continuación transcribo:
Broma
trágica
Vigo, 26.
En el pueblo de Beluso aconteció, originándolo una broma, un suceso sangriento
que costó la vida al joven de quince años Antonio Miranda Martínez.
El hecho
fue así: Regresaban de pescar varios marineros. Bromeaban éstos con su
compañero Benito Dávila González. Este, indignado, cogió del suelo una piedra
de bastante tamaño y la arrojó con fuerza contra el grupo de pescadores.
La piedra
hirió al joven Miranda en la cabeza, de tal gravedad, que falleció poco
después.
Según el
dictamen facultativo, la piedra le había partido el cráneo.
Dávila
ingresó en la cárcel.
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