Un mecánico de máquinas de cierre de las latas, empleado de la fábrica de Massó
elevó una pregunta, en los primeros meses de 1933, al Ministerio de Trabajo y
Previsión: Tal
y como se pretende ¿Es preciso modificar las condiciones laborales en la
industria, autorizando jornadas femeninas ilimitadas o disminuir el precio de
las horas extraordinarias?
Resulta inquietante y muy raro que en condiciones normales un empleado
cualificado, y por encima hermano del jefe de fabricación de envases, ponga en
cuestión ante las autoridades la posible política de la empresa. ¿Cuál sería el
motivo real de la pregunta? ¿Fue realizada “motu propria” o inducida? Fuese como fuese, responder a esta cuestión
hoy todavía resulta difícil. Lo cierto es que por esas fechas no había graves
conflictos laborales en Massó. La empresa Massó era pionera no solo tecnológicamente
sino también en las condiciones laborales. Y con respecto a las horas laborales
recojo del historiador Manuel Aldao[1]: «En
el reglamento de 1930 ya aparecían las horas extra»
Varias son las hipótesis posibles para entender la magnitud e
intencionalidad de la pregunta, pero en lo que quisiera poner en el punto de
mira es el por qué se tiene que hacer y a pesar de la respuesta, apoyada por la
ley, todavía hoy seguimos con problemas similares de discriminación y explotación
laboral en razón de sexo.
Transcripción de la respuesta dada, a través de la alcaldía, por la
Dirección General del Ministerio de Trabajo, al trabajador:
“Por la presente ruego a V. se sirva comunicar al obrero, empleado
de la fábrica de conservas de la Compañía Massó Hermanos S.A., Ángel XXXXXX
que, en contestación a su escrito elevado al Ministerio de Trabajo y Previsión,
la Dirección General me ordena le comunique lo siguiente: ”Que se considera no
es indispensable efectuar las modificaciones que se pretenden para que pueda
trabajar la industria en condiciones normales, ya que no es posible autorizar
jornadas femeninas ilimitadas ni tampoco disminuir el precio de las horas
extraordinarias.
Le saluda atentamente
Vigo a 14 de Julio de 1933.”
[1] La Voz de Galicia, 4-02-2018: “Cuando
Massó se adelantos a las grandes mejoras laborales” de Gladys Vázquez
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