Sentimientos
encontrados se presentan cada jornada que aparece “Día internacional de...” que
las Naciónes Unidas o sus Agencias eligen para “marcar aspectos importantes de
la vida humana y de la historia”. Se entiende que haya que recordar, poner el
punto de mira, etc. en aspectos fundamentales para la vida y la convivencia de
las personas que viajamos en este autobús planetario que es la Tierra. Pero se hace como si los conductores fuesen los
Trump, las Merkel, los Rajoy,... o como si los grandes poderes financieros fueran
los dueños de la empresa del autobús. Y hasta como si las grandes multinacionales
de la energía, de la informática, de la tecnología, etc. fuesen las concesionarias
del peaje por desplazarnos o las que nos abastecieran del combustible que nos mueve
por el espacio. Y todos nos resignamos sin darnos cuenta de que son las fuerzas
gravitacionales las que nos trasladan a su antojo. Y que nadie, y digo nadie
(persona, empresa, nación, ideología, dios, etc.) nos dirige.
A pesar
de todo, nos sumamos con plenitud de conciencia e intencionalidad para poner de
manifiesto la falta de equidad por ser mujer o hombre, alto o bajo, diferente o
igual, fuerte o débil, sano o enfermo, de aquí o de allí,...[1]
y lo voy a hacer, en contraposición a lo dicho hasta ahora, sin grandes alharacas,
con la voz tranquila y reivindicativa de los vecinos de Beluso reclamando, un
14 de julio de 1881, una escuela de niñas para la parroquia:
“Al Ayuntamiento Constitucional de Bueu
Los que suscriben [...] á la corporación municipal respetuosamente acuden
exponiendo: Que han visto con singular placer el celo del Ayuntamiento y el
deseo que le anima por difundir la instrucción creando en la próxima parroquia
de Cela una escuela de niñas tan necesaria como beneficiosa, es al mejor
desarrollo y fomento de la educación de la mujer circunstancia que los que
suscriben tienen sin reserva que aplaudir; por más que bien desearan obtuviese
aquella el grado de elemental completa, pero no obtiene su categoría. No puede
por menos que reconocer el beneficio que reporta su instalación.
Se digna en la actitud del Ayuntamiento al fijar la escuela de que se trata
ha de reconocer el municipio el principio supremo del derecho que consiste
en la equidad, y en tal concepto, y seguros los que suscriben de los buenos propósitos de
la municipalidad, creen firmemente que ha de atender, ajustarse y
subordinar su acción aquellos prejuicios, pues a que se lo demanda la justicia
más severa.”
Equidad
palabra que, con otras, nos aportan valores universales, no ideológicos, y que
nos animan a adherirnos a las intenciones y fines del “Día Internacional de la
mujer trabajadora” que hoy celebramos.
Nota: De echar, echaría en falta el “Día internacional del Sentido Común” (y el mejor día para celebrarlo:
los 365 días del año) pues así no sería necesario reivindicar tantas cosas que tendrían
que ser normales en este autobús...
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