Un once de mayo de
mil ochocientos treinta, un bueuense que había hecho fortuna en la emigración
firmaba el Testamento ante el escribano Marcos Leonardo Agrelo de la ciudad de
Buenos Aires:
“Esteban Antonio
del Río Estévez natural de Meiro, Parroquia de San Martín de Bueu,
Jurisdicción de Cangas, Arzobispado de Santiago, Provincia de Galicia en el
Reino de España, hijo legítimo de los finados D. José del Río e Dª Francisca
Estévez, y vecino de esta Ciudad hallándome en pie aunque que algo achacoso por
mi avanzada edad, pero en mis cinco sentidos y potencias cumplidas [...].
Declaro que soy de estado soltero que no poseo herederos forzosos ascendientes
ni descendientes. Así mismo declaro que mis bienes consisten en la Casa Quinta
mi Evitación en otra sin casa que está en el frente, otra más al Oeste a dos
cuadras de distancia también sin Casa. En dos casas situadas en el Pueblo, una
detrás de las monjas Catelinas y otra a las inmediaciones del parque de
Artillería [...]. Declaro ser mi voluntad que mis dos Esclavos José y María
queden libres después de mi fallecimiento [...] desde ahora dono a mi Sobrino
José Antonio del Río la casa que tengo en el Pueblo [...]. Es mi voluntad que mi
Albacea Reduciendo todo a moneda Metálica establezca y funde con todas las
seguridades que exige la Ley. Yo quiero tres
Establecimientos a perpetuidad en el lugar de mi nacimiento La Aldea de Meiro siendo
el principal una Escuela de primeras Letras; En segundo un facultativo Médico
para asistir de gratis a todos los enfermos pobres de la Feligresía y además
que exijan su existencia, y el tercero una capellanía Eclesiástica con la
pensión de decir una Misa rezada todos los días festivos y de misa. A
cuyas instituciones Mi Albacea Aplicará los fondos que crea suficientes para llenar
a cada una de ellas las Exigencias de la Institución [...] Nombro por mí
Albacea en primer Lugar a D. José Antª Lagos y en Segundo a D. Manuel Miñán...”
Treinta y cinco años después (1865) el ayuntamiento, sin resultado positivo, reclamó a través del consulado español en Buenos Aires. Por lo que años más tarde, 10-2-1868, se reúne en la Casa Consistorial de Bueu, bajo la presidencia del alcalde D. Manuel González Plá, algunos concejales, los “mayor número de Contribuyentes” y el cura párroco de Bueu para firmar un poder a favor de Juan Benito del Río Rosales (de Domaio). Éste, desde hacía dos años, que falleciera D. Esteban Antonio del Río Estévez, estaba reclamando en Buenos Aires la herencia a favor de Ignacio del Ríos Santos (de Moaña) como heredero del testador, Dn Esteban.
El poder otorgado es
para que los represente ante los Tribunales de la República Argentina para
conseguir “el cumplimiento de lo que éste ordenó
en junto a la escuela, Facultativo y Capellanía”.
Se aclara que lo tendrá
que hacer sin “exigir de los otorgantes,
por razón de gastos ni por concepto alguno la menor cantidad”.
¿Sirvieron para algo las gestiones? Y si sirvieron
¿Qué ha sido de la escuela, del facultativo, de la capellanía o del dinero?
(CONTINUARÁ)
Fuentes: Archivo Provincial de Pontevedra. Sección Protocolos
Notariales. Escr. Manuel Rodal
Archivo Municipal de Bueu
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