En el año 1927 la
empresa Massó Hermanos solicita autorización para “instalar en su fábrica de conservas de pescado, una máquina de
fabricación de Puntas de París, con destino exclusivo para sus necesidades”
en la fábrica que poseen en Bueu.
Ante la publicación[1] oficial de dicha autorización
los industriales dedicados al ramo da fabricación de alambres y Puntas de París
elevan instancia a las más altas autoridades para que le denieguen a la empresa
Massó dicha petición aduciendo los siguientes motivos:
- Porque en ese momento “hay exceso de fábricas de Puntas de París que apenas trabajan por lo que hay una enorme producción a precios de coste y, en cambio, el consumo absorbe una pequeña parte, lo que origina un envilecimiento en los precios que es causa de la gran crisis que atraviesa” el sector.
- Porque son bastantes las fábricas que por las razones anteriores han tenido que paralizar la fabricación, o están en suspensión de pagos y quiebra.
- Porque con el pretexto del “PROPIO CONSUMO se van montando subrepticiamente nuevas fábricas que van perturbando el mercado nacional ya que importan grandes cantidades de alambre extranjero aprovechándose de las oscilaciones del cambio y cotizan la amenaza, con evidente perjuicio de la Economía Nacional”
A pesar de todas las quejas
del sector el Presidente del Consejo de Ministros, de acuerdo con el Comité
Regulador de la Producción Industrial, autoriza a la empresa Massó para que pueda
fabricar Puntas de París. Autorización que se publica en la Gaceta del día 27
de octubre de 1927.
Nota: Gracias a Manuel Aldao por facilitar información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario