A las dificultades y
penurias posteriores a la Civil Española se le añadió una prolongada sequía, la
de 1949, que hizo que el hambre se cebara
aún más en nuestro entorno. Como consecuencia directa de esta sequía tenemos la
“sublevación” ocurrida en la mañana del 2 de julio de ese año “capitaneada” por
el cura de Coiro y Juan C... L... que acudieron con unos 150 vecinos más
(Manuel M..., José Lo..., Antonio C..., Ignacio L..., Ángel L..., Ángel M...,
Antonio M..., José G..., José S..., Ramón Q... ) hasta Ermelo. Fueron con
sachos, legones, hoces, y llegados a los lagos de Compra, Fontanciña y Esperón
los destruyeron y así, con las aguas “sueltas” regaron sus fincas de Coiro. De
esta actuación se quejaba el alcalde de barrio de Ermelo pues sus vecinos “no podrían
estancar el agua como venían haciendo desde tiempos muy lejanos”. Y
en el posterior escrito de denuncia de los hechos al Gobernador Civil por parte
del ayuntamiento de Bueu lo rematan diciendo “Esas aguas, según rumores circulados por la
referida Ermelo, son aprovechadas por el mencionado Sr. Cura, quien dispone de
las sobrantes, vendiéndolas a sus convecinos”.
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