Si os fijáis en las fotografías veréis
que en la Robaleira hubo una columna de la que sólo algunas personas se pueden
recordar. Una de esas es Lelo… que ante las preguntas del sobrino Miguel
confirmó no sólo su existencia sino también cuál había sido su utilidad real.


La busca de la piedra que le
había servido de base fue infructuosa, pues está desaparecida al igual que
algunas que también había a su alrededor.
A esta incógnita también le dio solución pues en el discurso aclaratorio
apuntó que cuándo quitaron la columna, pues ya no hacía falta, aprovecharon
para cortar las piedras y hacer ‘muertos’ para lo fondeo de los barcos.
Y, por si había sido poco, a
partir diera momento, al eliminar una barrera natural, comenzaron a afectar de
forma directa las 'marusías' al extremo de la Banda del Río, en la zona del
Penedo o Niño do Corvo, tirando al poco tiempo parte de lo que había sido salazón
de la familia Galup (A Requisa) allí localizada.
Que interesante comentario, gracias por compartirlo querido amigo.
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