jueves, 1 de febrero de 2018

Curas-Armadores en Bueu

En los pueblos pesqueros como Bueu a lo largo de su historia, principalmente desde la decadencia del papel de la hidalguía clásica local en el s. XVIII, el estatus social estaba vinculado a la relación con el mundo del mar. Es aquí donde con el cambio que sufre la pesca no solo en las artes, los barcos, los procesos de conservación sino también en las relaciones laborales, comercialización, etc. que ha llevado a una transformación social con cambio radical, especialmente en el control de los elementos productivos, económico y político.
A parte de los fomentadores, conserveros, ... un elemento de este motor económico-social fue la figura del patrón (de los barcos de pesca) y por encima de éste el patrón del buque (a menudo patrón-armador).
Ser armador de un buque era ser dueño de los elementos esenciales de la pesca: redes y barcos. En que casi todos los que tenían salazón (Rosa María Avalle, los Galup, los Solabarrieta, etc.), o fábricas de conservas (Massó, Tapias, Prieto, etc.) también tenían embarcaciones menores para la pesca y, para beneficiarse de la comercialización, embarcaciones de alto porte como galeones, bergantines, goletas, etc. (familia Plá-Avalle, familia Galup, Massó, etc.).
  Lo menos frecuente en los últimos siglos era que las personas ajenas al mundo del mar se implicasen en éste como elementos de dominio y dueños de los medios productivos.
Pero mucho más raro ha sido que lo hayan hecho curas párrocos, personas que socialmente se considerasen ajenas a las “ataduras terrenales” y que están a cargo de una comunidad de creyentes o parroquia.
Bueno, si esto último es excepcional en otros lugares de nuestra costa, en Bueu no se ha dado un caso, ni dos ni tres, si no cuatro, en los últimos siglos, al menos que yo sepa.
Para no alargarnos, los citaré brevemente:
 1. Tal como recoge Marinelli, Moreira y Rodal en su «Historia de Cangas»: "El reparto de una ‘sacada’[1] en la que el socio capitalista era el abad de Bueu en 1633 fue la siguiente: la captura se divide en 14 quiñones (partes), y recibe el abad por el barco 2 quiñones, 1/2 por la dorna que auxiliaba en las faenas de pesca, 6 quiñones más por los aparejos, redes, cuerdas, etc. En concepto de diezmo dan a la Iglesia 1,25 quiñón ... "[2]

2. En la época que el abad de Bueu, Fernando de la Rúa, percibía como foro ciertas cantidades de saín, por sus casas del Berbés de Vigo[3] el abad de Beluso, Benito Mondragón, compra la mitad de un barco en 1686, en el que Muros aparece como puerto base[4].
3. En el año 1878 con motivo de un acto de conciliación por la venta de goleta-bergantín "Joven Casimiro" que fuera de la famila Galup y otros propietarios aparece entre éstos D. Benito Díaz, párroco de Beluso (era socio de la viuda de Jerónimo Galup).
4º D. Andrés Vázquez Caneda cura de Beluso desde 1963 hasta su retiro en 1993. Fue armador en asociación con una conocida familia de Beluso en un barco construido en 1974 llamado "Monte Fariño".
Quisiera rematar esta anomalía estadística de curas-armadores en un mismo ayuntamiento con el dato de que otro cura coadjutor de Bueu, Antonio Lojo, era hijo de un patrón-armador de Porto do Son, José Lojo que falleció, con tres marineros y un niño, en el naufragio que se produjo a causa de un temporal el 17 de abril de 1930.


[1] “Sacadas” … es una de las modalidades más conocidas del “cerco”. Las “Sacadas” pequeñas eran la “rapeta” y la “traiña”
[2] Vázquez Marinelli, C., Moreira Pumar, J., Rodal González, M.: «Historia de Cangas», Pontevedra, 2007, p.172
[3] Escribano Matías Avalle y Castro, AHP, Sección Protocolos Ca-1649 bis. Año 1682, f. 12 y ss
[4] Escribano Bernardo de Barros, AHP, Sección Protocolos Ca-3247 (2). Año 1688, f. 56

No hay comentarios:

Publicar un comentario