Que en los primeros siglos de la
era cristiana la actividad industrial, sobre todo romana, era relevante en la
parte norte de la Playa de Bueu está cada vez más evidenciada por los miles de
grandes y pequeños hallazgos en las puntuales “actuación de urgencia"[1]
ordenadas por quienes tenían que velar por nuestro patrimonio. Pero esto será
la letra de otra canción…
Lo que quiero poner en valor para que lo conozcais y estéis orgullosos
de lo vuestro es que en Bueu se ha encontrado una de las pocas fibulas[2] de oro previsigóticas.
O como decía en el Anuario de prehistoria
madrileña de 1933-35 el profesor Hans Zeiss de la Universidad de Munich al
recoger como relevante el “tipo
característico de las sepulturas de los primeros invasores (“previsigodos”) de
la península los hallazgos de pequeñas fíbulas de oro como las de Beja (Portugal), de Bueu (Pontevedra), Instituto de Valencia de Don Juan e outras de
localidades desconocidas. La
excepcionalidad das fíbulas de oro encontradas, cinco, hablan de su importancia.[3] (…) E los enterramientos
visigóticos de la peninsula era costumbre poner a los muertos útiles de la vida
diaria: vestidos, fíbulas, cuchillos... ”
Otras
referencias de la fíbula de oro hallada en Bueu:
Los
datos del hallazgo son muy escasos, poco precisos y con errores, no todos
imputables a la Sociedad Arqueológica de Pontevedra. Filgueira Valverde/García
Alén en la “Carta Aqueológica” (1953. Páx. 195)
dicen "Al construirse la fábrica de
conservas de Barreras[4], se encontró una
pequeña hebilla de oro, sin decoración. Con ella se hallaron tégulas romanas y
apareció una construcción de "perpiaño" (sic), con nichos[5]. Se conserva en
nuestro Museo [de Pontevedra] la
hebilla, Cat. Núm. 2890".
[1] “Mirame, coge lo que puedas y déjame tranquilo”
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Foto: Fibela de Bueu. Museo Pontevedra |
En
referencias posteriores como las de Álvaro Rodríguez Resino o Pérez Rodríguez
Aragón datan la fíbula como del primer tercio del siglo V. A parte de describirla como “una fíbula aúrea de aro circular y aguja
cónica, adelgazada y curvada en el extremo, sobre el borde del aro. Su diámetro
es de 2,7 cm . (…) La pieza
de Bueu puede asociarse con la presencia de vándalos o alanos[6]”. Pero dado que la parte occidental de la Gallaecia ha
estado ocupada por los suevos “la fíbula
circular de oro con aguja habría que atribuirla, por localización geográfica” a
los suevos”.
[1] “Mirame, coge lo que puedas y déjame tranquilo”
[2] Hebilla o broche antiguo que se usaba para sujetar
las prendas de vestir
[3] Por su importancia esta fíbula ha sido cedida
temporalmente por el Museo de Pontevedra a la exposición “Hispania Gothorum.
San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo” en el Museo de Santa Cruz (Toledo) en el año 2007.
[4] La familia Barreras no ha tenido fábrica en esta zona
de Bueu. El lugar del hallazgo parece que ha sido al construír (1921) Don
Salvador Massó Ferrer y Julia Bolíbar Galup para sus hijas la casa “Silveiras” ubicada en Montero Ríos para sus hijas
Mercedes, casada con Julio Barreras,
y Teresa, casada con el arquitecto Jacobo Esténs Romero.
[5] Estas fíbulas casi siempre se hallan en “ajuares
funerarios”. No se descarta por la descripción que hubiera junto a un
asentamiento romano, un cementerio suevo.
[6] Estes pueblos junto con los suevos forman parte de
los grupos germánicos que llegaron a Gallaecia a partir del año 411. Los únicos
que quedaron de forma estable hasta el s. VI, y que han sido incorporados al
reino visigótico de Toledo, fueron los suevos.